El fin de mi mundo.

Te he visto, la mirada que me haz lanzado me ha dejado pensando en ti el día entero, no puedo parar de imaginar la sonrisa que devolviste cuando ibas deprisa. Cuando pensé que el día podría ponerse feo porque se me había caído el móvil en el agua mientras llovía, con ese sentimiento de que nada saldría bien, en cuando me fijaba en las gotas bajando lentamente en las ventanillas, en ese momento en donde mi mente ya no lo controla, es ahí donde simplemente te cruzaste con la prisa de tu lado, en cuando pensé que nada me animaría, la vida ciertamente me había decepcionado varias veces y he dejado de creer en todo, pero con una mirada, el día parecía mejor, no puedo pensar en lo que habías visto en ese momento, la duda se traga mi mente
Mis días eran largos, frustrantes y dignos para dejarse vencer, el trabajo podría ser todo, el momento lo describirías con presión y aburrimiento,  no me molestes que es día en el que descanso, es la expresión que utilizaría como excusa para no moverme ni un centímetro cuando no estoy en el hoyo de mi trabajo, en donde el jefe no es más que la marioneta de los poderosos encima de nosotros, y todos juntos bailamos al ritmo de la codicia y el poder, demostrando nuestra debilidad ante el sistema que protege nuestro dinero para su propio interés, así eran mis días, lentos pero también podría decirse que me gustaba ir, ver a mis compañeros de trabajo igualmente aburridos que, a veces hablábamos de nuestras compañeras, y nos gustaba imaginar una orgía grupal., aunque éramos todos casados o al menos la mayoría, no tendríamos el valor de hacerlo, estamos atados a nuestras familias.
Me casé con una persona que no pienso que me ame, el sexo solamente es la leyenda que tenía de adolescente, no me acuerdo ni siquiera como se pronuncia. Nunca me gustó la idea de tener hijos ya que mi paciencia es limitada, descartaría la posibilidad de no tener hijos, pero he engañado a mi esposa con muchas mujeres que no usé condón, quizá tenga un hijo que ni siquiera conozco... Lo que imagino a veces es más de lo que en mi mente puedo concebir... No me casé jamás y creo que nadie quisiera casarse con alguien como yo, aunque solo es una especulación, todo lo que vivo es rutina, e innegablemente me gusta, pero a veces quisiera que fuese algo más, cómo un cambio no tan radical que me recuerdo que aún sigo respirando, pero cómo las cosas no son siempre cómo creemos que será, la vida no se adapta a nosotros, nosotros nos adaptamos a ella, nunca creemos que es como debe ser, tal vez es la forma de engañarse a sí mismo creyendo que aún tenemos poder sobre nuestras propias vidas.
Es innegable cómo quizá todos somos acordes a tener lo que otros prefieren tener, es la imitación que nos hace seguir, creemos que todos somos únicos de una cierta forma, creemos que nuestro carácter es especial o nuestra personalidad es la que nadie podrá tener, somos incrédulos, pero quizá eso no sea algo tan malo. Es que siempre me gusta pintar la vida con el color gris, y nunca me quedo satisfecho.
Cuando voy al trabajo, voy caminando, me gusta pensar que soy el dueño del mundo, dejándolo arder en llamas, así veo desde arriba el sufrimiento humano sobre su propia existencia, el pecado de la vida que recurrimos a entender todo, el pecado de querer controlar todo, es una estúpida forma de querer ser Dios, sólo en mi mente, administro mi tiempo en lo que nunca es, existo porque estoy aquí y respiro por alguna razón, quizá debería parar.
Llego a la esquina donde me gusta fumarme un cigarrillo antes de entrar al trabajo, a pesar de que quizá el olor se sienta luego, dentro de mi mente lo hago más que el placer de sentir que tengo el poder de que me mate con suficiente sufrimiento, el olor aparta a la gente de mi, mi mente aparta todo lo que sea bueno, no entendí el mensaje de compartir la vida para hallar la felicidad.
Me siento en el cubículo pensando en que haré luego, escribiendo palabras de burocracia e imaginándome cómo se siente recibir las notas y rechazos que escribo a gente que no conozco, negándoles muchas posibilidades, aprendí a no pensar en ello muy seguido, aprendí a que no me importe ni un sólo momento, el mundo es cruel, siempre lo fue, nunca cambiará, la crueldad tiene muchas formas y distancias, colores y aspiraciones., Creemos que la vida es cruel y tal vez sea cierto, pero no todo en la vida es desprecio, también es placer y decepciones, considero a la decepción una forma de aprendizaje y una forma de crecer, aprender y crecer.
Cuando el fin de semana llega yendo tres días para estar descansando, viernes a partir de las 15:00 horas, hasta el domingo, generalmente no me gusta ver el mundo en un fin de semana, me gusta entrar en páginas web piratas para ver películas todo el fin de semana, soy muy avaro para gastar mi dinero, no creo en el sistema que me educó, me hizo paranoico con todo. Imagino muchas cosas cuando estoy en casa, me gusta creer que soy millonario y que no tengo problemas, imagino que me estoy cogiendo a Marilyn Monroe con una chica de secundaria, pero eso sería estúpido de realizar, lo único bueno del fin de semana es que me dan muchas ideas para suicidarme.
Quizá la vida no es para mí, no creo ser inteligente, interesante o una persona atractiva, trato de ser bueno, pero es más fácil ser egoísta y un maldito idiota que crear la bondad, a de ser sincero nunca me creí buena persona, no he hecho cosas malas pero eso no me descarta de ser una mala persona, mí mente está repleta de horrores que nadie debería pensar, mi mente es lo que todos decimos "escape", de la realidad, donde la rebelión es la ley y la destrucción es una doctrina, lo imposible se hace posible y lo mejor es que todos podemos hacerlo sin ninguna intervención, somos completamente libres y destructivos. La mente crea una idea y la transporta a la realidad, es por eso que el mundo está como está, creamos nuestra realidad y destrucción en nuestras mentes y tenemos la capacidad de desecharlo por completo, pero jamás sucederá por nosotros mismos, no así.
Cuando llega el domingo, me siento en la terraza del edificio donde vivo, en donde el silencio perdura y grita más de lo que debería, donde mi vecina de 28 años con su hijo están discutiendo por su nuevo novio, este domingo donde debería ir a la tumba de mi padre alcohólico, pero no, en vez de eso veo a mi vecina peleándose con su hijo de 12 años, me gustaba reírme de estas personas porque tenían todo para ser felices pero lo echaban a perder por la borda de la mañana, es cómo si ya no fueran madre e hijo, me gustaba pensar que podía levantarme y gritarles que se callaran de una buena vez, pero era mi diversión. Me sentaba en una silla de madera con una pintura desgastada, la cuál fue un obsequio raro de una ex vecina que tuve, una señora mayor de unos 45 años que falleció debido a un paro cardíaco. Tuvimos mucho sexo cuando seguía viva, cuando se marchó me dejó un vacío extraño, no era amor, tampoco la quería, pero de alguna manera dejó un vacío extraño en mí. Me sentaba en esa silla pensando en un mejor día que no fuera ese domingo, viendo ese sol que brillaba intensamente demostrando que era un domingo perfecto, extendía mis dedos fumando mis cigarrillos y simplemente pensando en cómo seguía vivo después de todo lo que viví, creía que era único, estaba mintiendo.
En las tardes cuando mi mente parecía olvidarse de su propia existencia, cuando parecía en paz de lo que para mi era una tortura, me estoy culpando de mi dolor. Esas tardes cuando iba por ese parque donde veía mi vida como creía que iba a ser, estaba engañando a mi percepción, era un experto que no sabía disimular, veía como estaba con amigos y mi familia, la que nunca construí, pero no me arrepiento de lo que vivo ahora, al menos no muy seguido, también me gusta la basura que conllevo como vida, como las moscas, así sembraba mis pensamientos con mentiras a las cuales todos estamos acostumbrados.
Fui un día al cine con un ex compañero de preparatoria, me decía siempre que quería divorciarse, me decía que siempre su mujer tenía muchos celos de todo, la vida es extraña, ahora está en una tumba, engañar a su esposa cambio su vida más de lo que yo pensé. A veces creo que mi existir está rodeado de infortunios de todo tipo, pero también pienso que tengo mucha suerte, digo esto sin mentir.
Ese lunes lluvioso aún no lo puedo sacar de la cabeza, por alguna razón la mirada de esa mujer me causa más que sólo curiosidad, es como si ya hubiera vivido una vida entera con esa persona, nunca había sentido eso por ninguna persona, creía que mi soledad me estaba hostigando. De cierta forma me hacía paranoico de una forma tan rara que me agrada, quizá deba para de leer éste párrafo.
Me puse a pensar cuando estaba en el trabajo un jueves, al cuál me gusta llamar, jueves de pizza, por que era la comida de ese día, mientras me alimentaba pensando al mismo tiempo, me había olvidado de muchas cosas de mi vida, no recordaba donde era mi escuela en la primaria, recordaba el colegio, pero algo me decía que olvidaba algo más que eso, creo que estoy pensando demasiado en mí mismo todos los días, mucho. Luego ese mismo día, iba al supermercado para comprar víveres, empezó a llover, ese supermercado era muy común, no había nada de especial, no había nada interesante, a veces ni siquiera recordaba el color de las paredes de ese lugar, mi cuerpo se movía automáticamente, pero ese noche lluviosa, algo la hizo especial, volví a encontrarme con los ojos de ese día de prisas, mi curiosidad fue tanta que no pude resistir seguirla para verla de cerca, no era un hombre de valor para hablarle, pero de alguna manera, siento que sabía que la seguía, así que decidí no acercarme demasiado, esa noche tuve una cierta alegría, no sé explicar el porque, pero la mirada que tenía esa mujer me hacía muy feliz. Los días pasaban muy deprisa que no recodaba parte de ella, era mi cuerpo en ''modo automático'' nuevamente, sentía que estaba contento con lo que vivía supongo, no requería mucho para ser feliz.
Creo que todos necesitamos algo en que sostenernos, para no llegar a la locura, de algo, alguien, el ser humano sufre de su propia existencia, sufre de su uso de razón, algunos dicen, ''Vivir en la ignorancia es la felicidad del tonto'', no sé si soy un tonto pero de alguna manera me siento feliz, creo que me convencí de que soy feliz para ocultar lo que no puedo soportar. He caminado una noche, sentía un pequeño placer en simplemente ir sin ningún rumbo, sentía que ningún problema existía, pensaba en ese momento que sólo estaba haciendo lo que todos debíamos hacer, ignorarnos a nosotros mismos por un momento y dejar que nuestros pensamientos fluyan, es una forma tonta de decir que deberíamos ser menos egoístas. En la vida, buscamos libertad, buscamos paz, buscamos, amor, buscamos felicidad, sin embargo sólo nos importa lo que a nosotros nos interesa, jamás encontraremos nada de lo que queremos si pintamos nuestras vidas con egoísmo, aprendemos a soñar desde temprano, pero mentimos desde aún más joven.





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